Ser hija, ser madre
12:13 p.m.
Cuando quise iniciar este blog pensaba en todas las mujeres que
fuimos madres (o están próximas a serlo) y aun eran (son) adolescentes.
Para algunas, la noticia de ser madres fue
más fáciles que para otras, lo digo porque quizás continuaron con su relación
de pareja, y tenían al padre de su hij@ a su lado, a otras nos tocó tomar ambos roles. Sea
como sea salimos adelante, tenemos a nuestros hijos y eso es lo único que importa.
Pero hoy me quiero centrar en aquellas madres solteras, como les
fue seguir viviendo bajo del techo de sus padres, como pudieron ser hijas y
madres a la vez? Y me centro en nosotras por que fueron nuestros padres quienes
no solo tomaron el rol de abuelos, sino también de padres mientras nosotras estábamos
ausentes porque teníamos que trabajar, o estudiar. No sé si será el caso de todas las que
puedan leer este post, pero en mi caso nunca deje de ser hija, no podía opinar
mucho sobre la crianza que quería darle, y las cosas que quería comprarle, y el
argumento de los abuelos se basaba en que yo no sabía, y ellos si porque ya habían
sido padres.
Aunque para mí ya es un poco tarde, no quiere decir que no pueda
cambiar las cosas, quiero decirles a todas las lectoras, que son ustedes
quienes decidir cómo criar, como vestir, y como alimentar a sus hijos, aunque
suene posesivo…son SUS hijos, los abuelos nos pueden ayudar mucho y les
estaremos siempre agradecidas de eso no hay duda, pero no hay que callarnos
nunca, les merecemos respeto porque vivimos bajo su techo, pero las madres
somos nosotras y no podemos delegar responsabilidades con el pretexto de que
trabajamos o estudiamos.
Nuestros padres al ser adultos mayores pueden entender
lo que quiero aquí explicar o quizás no y lo puedan tomar a mal, pero es
nuestro deber saber explicarnos y hacerles entender que aunque los amamos y les
agradecemos la crianza de nuestros hijos depende plenamente de nosotras. No con
eso quiero decir que ellos tienen la libertad de engreírlos o educarlos, es algo que se tiene que conversar adecuadamente.
Mientras vivan bajo el techo de sus padres, no dejen de ser las hijas que eran antes de convertirse en madres, pero tampoco olviden que ustedes son el ejemplo a
seguir para sus pequeños. Sea las madres de los hijos que quieren tener, y enséñenles
como ser hijos con el ejemplo.
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