¿Qué es?
El pie plano se define por la ausencia del arco
normal de la planta del pie de los niños. Sin este arco, los niños caminan
apoyando toda la planta del pie en el suelo, cuando deberían apoyar solamente
la punta, el talón y el borde externo de los pies.
No es un problema grave pero
constituye una de las consultas más frecuentes en ortopedia infantil.
La causa
Es muy normal que los bebés tengan pies
planos. La acumulación de grasas conciliada a la debilidad de los ligamentos,
hacen con que los pies de los bebés no presenten el arco en su planta. El arco
se desarrolla poco a poco a medida que la musculatura de los pies del bebé se vaya fortaleciendo. Es solamente a partir
de los 2 o 3 años de edad, cuando el niño ya lleva uno o dos años
caminando, que se podrá notar el arco interno en sus pies.
Los síntomas
El primero es dolor en las piernas, tobillos
o pies. Este dolor se ocasiona por el esfuerzo adicional de los grupos
musculares para mantener la estructura de soporte del pie, produciendo fatiga
muscular y dolor. Es frecuente que se produzca en las noches, después de un día
de actividad física moderada. Si el dolor se produce por arriba de las
rodillas, se debe pensar en otras patologías.
El segundo de los síntomas frecuentes es el
cansancio. Es típico el niño que se cansa con cortos trayectos, no mayores a
una cuadra de longitud, usualmente le pide a su cuidador que lo cargue en sus
brazos.
El tercer síntoma son las caídas con
facilidad, esto es debido a la inestabilidad de los pies.
Estos tres síntomas suelen presentarse de
manera simultánea, combinados o independientes, en ocasiones solamente se
evidencia cuando el niño se cae con facilidad o por el cansancio que le produce
el caminar, y estos síntomas son los que menos les generan una alerta a los
cuidadores para consultar al especialista.
Cómo corregir
el pie plano
Los pies planos de los niños se pueden corregir con tratamientos
sencillos, teniendo como base la realización de ejercicios que favorezcan el
fortalecimiento de la musculatura de la planta de los pies, como caminar
descalzo por la arena, caminar de puntillas y de talones, hacer movimientos
circulares con las puntas de los pies, intentar coger objetos con los dedos de
los pies. Cuando el pie plano es muy acentuado y flexible puede provocar
dolores a los niños.
Aparte de los dolores, los niños con pies planos pueden sentir calambres
musculares así como otras molestias, por lo que es recomendable que lleven al niño a un especialista en ortopedia
infantil. En casos como este, el ortopedista puede, aparte de los ejercicios,
recomendar el uso de plantillas o de calzados ortopédicos para
disminuir el dolor. Solamente en los casos de pies planos rígidos que provocan
dolores y alteraciones en la marcha de los niños, se puede aconsejar un
tratamiento quirúrgico por el especialista. Mientras los huesos de los
niños continúen creciendo se puede curar el pie plano. La edad máxima para
revertir este cuadro es a los 15 años.
¿Qué hacer?
Solicite una cita con su médico para hacer el diagnóstico
y descartar otras patologías que pueden reflejar una condición más grave.
Evite administrar
antiinflamatorios auto-medicados, todo consúltelo antes con su medico
Usualmente, para su tratamiento se utilizan plantillas
bajo fórmula médica, y es probable que algunos ejercicios de estiramiento
muscular, según le indique su médico. Existen distintos tipos de material
para las plantillas que serán sugeridos por su médico tratante.
Cuando no se
da tratamiento a los pacientes con pie plano, tienden a persistir los síntomas
de dolor y cansancio por largo tiempo, y, debido a la inestabilidad, pueden
presentar caídas con consecuencias como fracturas y heridas, entre otras.
El mejor calzado
para el pie plano
Cuando el niño empieza, de los 9 a los 14 meses, a querer
levantarse solo, a apoyarse en los muebles y en todo lo que pueda para estar de
pie, es aconsejable que consideres algunos consejos en cuanto al calzado que
el niño debe utilizar:
Que el calzado sea ligero y
hecho de un material poroso.
Que la suela del calzado sea
plana, flexible, y que ofrezca adherencia.
Las laterales del calzado
deben ser firmes.
La punta del pie debe tener
una forma cuadrangular y no estrecha.
Es preferible que el tobillo sea libre y que se
cambie dos zapatos antes de que el niño se queje de que sus dedos hacen presión
por delante. Es importante también saber que no se debe obligar a un bebé a
caminar antes del tiempo. Eso puede representar un gran esfuerzo para él, y generar
algunos problemas.
Ejercicios en
casa:
Caminar apoyando
el peso del cuerpo en la parte externa del pie, esto es importante para
fortalecer los músculos de las piernas, pies y tobillos.
Realízale
movimientos de la articulación tobillo-pie, la punta del pie hacia abajo,
arriba, afuera y adentro.
Coloca su pie
sobre una pelota pequeña y que realice los mismos movimientos anteriores y
circulares.
Motívalo a
caminar descalzo sobre la punta de los pies y talones de preferencia en
la arena, esto ayudará a formar el arco interno de la planta del pie.
Pídele a tu
pequeño que recoja objetos pequeños con el del pie, por ejemplo chapas, tapa
roscas, lápices, esto le ayudará a formar el arco del pie y también a ejercitar
las articulaciones de los huesos.
Andar descalzos,
esto facilita el constante movimiento del pie y una mayor facilidad al
movimiento de los dedos y demás articulaciones, ello se puede trabajar sobre
terrenos variados y desiguales.
En la posición
de sentado, tu pequeño deberá extender las rodillas por 3 minutos, luego
las flexionará pegadas al pecho, se repite el ejercicio por 15 minutos diarios.
Pídele que suba
las escaleras, ya que tendrá que apoyar la parte interior de su pie para
impulsarse en la subida.
Para fortalecer
los ligamento pídele que salte, puedes hacerlo en forma de juego así le
resultará más divertido.