Es muy común que cuando se es madre
soltera vivamos aún bajo el yugo de nuestros padres, quienes pasan a ser los
abuelos chochos. Y como no serlo si después de tanto años tienen un bebe
revoloteando por su casa nuevamente, y un niño es sinónimo de alegría
independientemente la edad que tenga.
Pero aunque suene muy lindo, hay un
pequeño detalle ¿cómo se hace para mantener el estilo de crianza, la autoridad
y la disciplina cuando hay más personas compartiendo
la misma casa?, aunque no lo crean este no es un tema que se pueda minimizar,
pueden darse muchos inconvenientes: mamá dice “no hay dulces antes de la cena” y
el abuelo le acerca un caramelo al niño, sin que ella se dé cuenta y le dice “no
le digas a tu mamá”; o tal vez se le llama la atención a su hija porque jugando
con la pelota rompió un adorno de la sala y la abuela dice “ya, no le grites,
ese adorno era barato, mi nieta no lo hizo a propósito, yo compro uno mañana,
ella tiene derecho a usar la pelota donde quiera”. O tal vez, ya es momento que
el niño duerma solo, pero la abuela dice: “hace mucho frio para que duerma solo,
déjalo que pase la noche conmigo”, y se lo lleva a su cama.
Asi como los casos
mencionados, pueden haber muchos mas, unos mas complejos que otros. Estas
situaciones pueden terminar en discusiones entre los adultos y hasta en
confusiones para los niños ¿A quién le hago caso?
Cuantas veces de
chicos escuchamos…”Mientras vivas bajo
mi techo, se hara lo que yo digo”, entiendo que esa frase se aplique cuando
somos chicos y dependemos en todo sentido de nuestros padres, pero que hacer
cuando los padres somos nosotros, y a la vez seguimos siendo hijos porque nunca
dejamos el seno del hogar, no podemos dejar nuestro rol paternal de lado, por
los cual para evitar cualquier tipo de problemas a futuro es importante las
cosas claras, como quien dice, “las reglas de juego desde un inicio”.
Los padres somos
quienes debemos tomar las decisiones, somos la figura de autoridad, y los
abuelos aunque sean los dueños de casa ya cumplieron su rol como padres, y los
necesitamos cerca para que cumplan su rol como abuelos. Incluso en lo
particular estoy de acuerdo a que de ser posible se delimite los ambientes de
la casa de tal forma que el niño reconozca a su familia nuclear (monoparental o
no) y “familia extensa” (abuelos, tíos).
En mi caso, me siento muy agradecida
por el apoyo que me facilitan mis papás en el rol de cuidadores, y no dudo que
muchos padres compartan el mismo sentimiento. Pero debemos dejar algo en claro:
·
No es tarea del abuelo la educación de sus nietos, ellos no
están llamados a poner límites ni disciplina.
·
No podemos evitar que los engrían y mimen todo lo que quieran,
porque ése es su rol.
Sin embargo:
·
Es necesario llegar a acuerdos con ellos en cuanto a
determinados temas, para que puedan seguir la línea que los papás desean con
sus hijos. Si papá y mamá dicen que no se comen dulces antes del almuerzo o
cena, esto siempre se respeta estén o no presentes.
·
Están llamados a apoyar la decisión de los padres así no estén
de acuerdo. Si papá y mamá dijeron que su hijo no va a asistir a ese cumpleaños
porque rompió el trato que tenían, no es correcto que lo lleven a escondidas.